Una vez tomada la decisión de ampliar la familia con un miembro, es muy importante que todos los miembros de la familia, especialmente los niños, faciliten la adaptación del animal a su nuevo hogar.
Un cachorro exigirá nuestra total dedicación; proporcionarle un entorno adecuado, cubrir sus necesidades vitales y sobre todo, tendremos la responsabilidad de educarle convenientemente.
Cuando nuestro pequeño llegue a casa todo será nuevo y confuso para él; un cambio brusco de toda su existencia, de todo lo conocido hasta entonces y la separación de su familia y hermanos.
Debemos permitirle que olfatee, explore y corretee por todos los rincones de la casa. Enseñarle desde el primer día su lugar de descanso, su mantita o la cama donde deseamos que duerma.
Deberemos llamarlo por su nombre y empezar a utilizar; el “NO” rotundo y tajante cuando intente hacer algo indebido y el “Muy Bien” para premiarlo por una buena conducta.
- Visita al veterinario
Es imprescindible visitar al veterinario lo antes posible para que le efectúe un reconocimiento, elabore su cartilla de vacunación y nos resuelva todas las dudas que nos hayan podido surgir.
- La primera noche
Debemos tener en cuenta que la primera noche de nuestro cachorro no será fácil; puede que llore porque echa de menos a su madre y a sus hermanos y puede estará intranquilo porque todavía no le ha dado tiempo a asimilar que ese será en adelante su nuevo hogar.
Poco a poco irá acostumbrándose a su nuevo hogar y en las noches sucesivas la situación va mejorando, aunque probablemente ya no llorará, será inevitable que se despierte varias veces de madrugada por necesidades fisiológicas.
- Kit básico
Antes de que llegue nuestro cachorro compraremos sus enseres básicos y decidiremos el lugar donde deseamos colocar su cama y donde colocaremos los cuencos de la comida y el agua.
Aquí tienes una lista del equipo básico:
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Alimento: Hoy en día existe en el mercado una gran oferta de piensos adaptados. Te recomendamos que consultes con tu veterinario cual es el más apropiado para tu perro, así como las pautas de alimentación.
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Comer y beber.Necesitaréis un par de cuencos, uno para la comida y el otro para el agua. Es preferible que sean de acero inoxidable para que el cachorro no corra peligro de mordisquearlos y tragar algún trozo. El cuenco destinado al agua debe estar siempre lleno.
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La cama: Puede tratarse de una manta, una colchoneta o una caseta. Cualquier opción será válida y vuestro cachorro la adoptará como su “lugar seguro” al que acudirá para dormir o descansar. Es conveniente respetar este espacio del animal y tratar de no molestarle mientras descansa.
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Juguetes: Prepara algunos juguetes apropiados y seguros. Tu perro pasará buenos momentos entretenido con el mordisqueo. Los cachorros caninos, como los humanos, necesitan el juego para su correcto desarrollo. El juego preferido de casi todos los perritos no será otro que morder y morder.
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Paseo: Necesitarás un collar regulable y extensible. Es aconsejable que lleves al cachorro siempre atado y sólo lo dejes suelto en lugares que ofrezcan una total seguridad. Los cachorros están ansiosos por correr y explorar y no siempre responderán a tus órdenes como cabría esperar en un perro adulto.
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Cepillo. El cepillado deberá formar parte de la rutina habitual. Dependiendo del tipo de manto será más o menos frecuente. Tu veterinario te aconsejará sobre la pauta adecuada.
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Atención a los peligros
En casa deberemos tomar algunas precauciones para evitarnos algún que otro susto. Nuestro cachorro estará dispuesto a mordisquear todo lo que encuentre.
El modo de evitar estos peligros no será otro que reprender a nuestro perro cuando lo encontremos in fraganti y evitar poner a su alcance objetos o sustancias nocivas, algunos ejemplos:
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Electricidad; Cuidado con cables y enchufes, una descarga eléctrica podría resultar mortal. Los cables deben estar ocultos o cubiertos.
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Juguetes; Igual que ocurre con los juguetes infantiles, algunos no cumplen la normativa; el material podría degradarse fácilmente y romperse, con el consiguiente riesgo de que el perro trague los trozos.
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Huesos; Los huesos al comerlos se astillan lo que puede producir heridas graves en la garganta del perro al tragarlos.
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Objetos peligrosos; Es conveniente que no dejes a su alcance objetos cortantes o afilados con los que podría lastimarse o tan pequeños que pudiese tragar. Las bolsas de plástico también resultan peligrosas, podrían producirle asfixia.
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Productos tóxicos; Mantén fuera de su alcance: productos de limpieza, medicamentos, pinturas, insecticidas o cualquier otra sustancia tóxica. El cachorro podría romper el envase fácilmente y las consecuencias serían fatales.
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Plantas venenosas; Cuidado con el jardín, muchas de las plantas ornamentales más comunes podrían resultar tóxicas o incluso mortales para tu cachorro si las ingiriese.
Para concluir, recuerda que adoptar a un cachorro comporta una gran responsabilidad, el cachorro de hoy se convertirá en el perro que nos acompañará durante toda su vida. Será nuestro amigo fiel y nos asegurará momentos y vivencias inolvidables. Está en nuestras manos proporcionarle la vida saludable y feliz que merece.